La Fundación Gates no financió la creación de un virus H5N1 transmisible a humanos

A diferencia de lo que han afirmado algunas publicaciones en redes sociales, la Fundación Gates no financió la creación de un virus H5N1 transmisible a humanos, sino un estudio para identificar mutaciones peligrosas.

LO QUE SE AFIRMA

La fundación de Bill Gates financió un estudio para hacer que la gripe aviar H5N1 sea transmisible a los humanos.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Falso. La Fundación Gates no financió la investigación para hacer que la "gripe aviar sea transmisible a los humanos".

Recientemente, una afirmación difundida en redes sociales ha generado preocupación y confusión al sugerir que la Fundación Gates financió una investigación para hacer que la gripe aviar H5N1 fuera transmisible a los humanos. La publicación original, que se hizo viral en Twitter (X), ha sido compartida por múltiples cuentas y replicada en plataformas como Instagram y en varios idiomas (como en inglés o portugués). Esta afirmación ha sido categóricamente desmentida por los expertos y las instituciones involucradas.

El 18 de junio de 2024, una publicación en Twitter afirmó que la Fundación Gates otorgó 9,5 millones de dólares a la Universidad de Wisconsin-Madison para que el virus de la gripe aviar H5N1 fuera transmisible a los humanos. Este tuit se viralizó rápidamente, acumulando más de 21 mil visualizaciones, 953 «me gusta» y siendo compartido más de mil veces. Además, la misma afirmación ha sido repetida por diversas cuentas en redes sociales y en diferentes idiomas, ampliando su alcance.

Tuit publicado en X/Twitter el 18 de junio de 2024. Captura realizada el 13 de julio de 2024. Fuente: X/Twitter

Es cierto que en 2009, la Fundación Gates otorgó una beca de 9,5 millones de dólares a la Universidad de Wisconsin-Madison. Sin embargo, el propósito de este financiamiento fue investigar las posibles mutaciones del virus de la gripe aviar H5N1 que podrían representar una amenaza para la salud humana. El objetivo del estudio era identificar mutaciones que permitirían predecir el potencial pandémico del virus, no hacer que el virus fuera transmisible a los humanos.

La Universidad de Wisconsin-Madison ha aclarado que los virus aviares, en general, no suelen infectar a los humanos ni a otros mamíferos. El estudio financiado por la Fundación Gates buscaba identificar mutaciones en los virus aviares que podrían permitirles adaptarse a las células humanas, ya que «de vez en cuando se produce una mutación que permite que los virus aviares se adapten a las células humanas», aumentando en ese caso el riesgo de una nueva pandemia, por lo que esto ayudaría a desarrollar sistemas de alerta temprana para predecir y prevenir posibles pandemias de gripe.

Un portavoz de la Universidad explicó a PolitiFact y AFP que el estudio tenía como fin entender cómo la gripe aviar podría desarrollar mutaciones que le permitieran propagarse entre mamíferos, y no crear un virus de la gripe aviar para infectar a humanos. Esta aclaración desmiente categóricamente la afirmación viral.

Contexto de la gripe aviar H5N1

El virus H5N1, conocido como gripe aviar, apareció por primera vez en 1996. Desde entonces, ha habido brotes periódicos en aves, y en raras ocasiones, ha infectado a humanos. La mayoría de los casos humanos de gripe aviar se han rastreado hasta un contacto cercano con aves infectadas. De 2003 a mayo de 2024, se reportaron 891 casos de infecciones humanas por H5N1, incluyendo 463 muertes en 24 países, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

La investigación dirigida por el virólogo Yoshihiro Kawaoka en la Universidad de Wisconsin-Madison, publicada en 2012 en la revista Nature, se centró en identificar mutaciones del virus H5N1 que podrían tener un potencial pandémico. El estudio concluyó que, a medida que los virus H5N1 continúan evolucionando e infectando a humanos, podrían surgir variantes que se unan a los receptores humanos, enfatizando la necesidad de prepararse para posibles pandemias.

Kawaoka y su equipo utilizaron un virus H5N1 adaptado para infectar hurones y transmitirlo entre ellos para examinar mutaciones específicas. Sin embargo, este estudio no implicaba crear un virus transmisible a humanos. Gigi Gronvall, inmunóloga del Centro para la Seguridad de la Salud de Johns Hopkins, explicó a PolitiFact que el virus utilizado en este experimento no fue transmisible a humanos. Dado que «no estaba claro que esta gripe aviar fuera capaz de convertirse en un problema para los mamíferos, incluidos los humanos», los investigadores buscaban descubrir marcadores genéticos específicos para monitorear el virus a medida que evolucionaba.

Además, la investigación se llevó a cabo bajo estrictas medidas de bioseguridad para evitar cualquier riesgo de infección o propagación.

Precisamente, el Consejo Asesor Científico Nacional sobre Bioseguridad revisó tanto la investigación de Kawaoka como otra investigación llevada a cabo por un grupo distinto de investigadores, ya que existía el temor de que las mutaciones pudieran hacer que el virus fuera más transmisible entre humanos.

Según afirmaron los Institutos Nacionales de Salud en un comunicado publicado en el año 2011, el consejo asesor permitió la publicación de la investigación después de eliminar la parte de la información específica sobre las mutaciones virales, al tratar de mantener dicha información alejada de las personas que podrían tener la intención de hacer daño.

El propio comunicado señaló que la investigación “se basa en trabajos anteriores del profesor Yoshihiro Kawaoka y sus colegas, que identificaron una mutación crucial que contribuye a la letalidad de los virus de la influenza aviar en especies de mamíferos. Esta información está siendo utilizada por la OMS y el CDC para evaluar el potencial pandémico de los virus de la influenza aviar que circulan en la naturaleza”.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los CDC utilizan la información de estos estudios para monitorear los virus de la gripe aviar en diversos entornos. La identificación de mutaciones críticas permite a los científicos desarrollar tratamientos, vacunas y otras intervenciones de salud pública con anticipación.

En este sentido, la propia Gronvall aseguró a Politifact que la subvención ayudó a encontrar hallazgos que «se han utilizado para monitorear los virus de la gripe aviar que circulan en la naturaleza».

A pesar de que la investigación de ganancia de función (estudio científico que implica modificar un organismo, generalmente un virus o una bacteria, para darle nuevas propiedades o funciones que no tenía antes), se ha convertido en uno de los temas centrales de la desinformación durante la pandemia de COVID-19, continúa siendo una herramienta útil de salud pública. Además, en Estados Unidos, si dicha investigación involucra bacterias o virus que probablemente podrían ser altamente transmisibles, o «patógenos pandémicos potenciales», es necesaria supervisión especial por parte del Departamento de Salud.

¿De dónde procede la afirmación?

La afirmación viral se originó a partir de un artículo publicado en Natural News, un sitio web conocido por difundir desinformación. Este sitio ha sido clasificado como un difusor de noticias falsas por el Institute for Strategic Dialogue. La Fundación McCullough, dirigida por el cardiólogo Peter McCullough, conocido por promover tratamientos no probados para el COVID-19, también contribuyó a la difusión de esta desinformación, tras la publicación de un tuit el 8 de junio de 2024.

La publicación original en Twitter/X no solo se viralizó en esta plataforma, sino que también fue replicada en otras redes sociales como Instagram y en varios idiomas. Esto ha amplificado la difusión de la desinformación, aumentando la preocupación pública y la confusión sobre los objetivos reales de la investigación financiada por la Fundación Gates.

La afirmación de que la Fundación Gates financió un estudio para hacer que el virus H5N1 fuera transmisible a los humanos es falsa. En realidad, la financiación se destinó a investigar las mutaciones del virus de la gripe aviar que podrían representar una amenaza para la salud humana y a desarrollar sistemas de alerta temprana para prevenir posibles pandemias. Los estudios realizados bajo esta financiación han sido fundamentales para entender mejor el virus y preparar respuestas efectivas de salud pública.

Por tanto, calificamos la afirmación como falsa.

Referencias:

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