No, el estudio sobre el síndrome post-vacunación no dice que las vacunas causen Long COVID y presenta importantes limitaciones metodológicas

Un preprint recientemente publicado que analiza el síndrome post-vacunación ha sido descontextualizado para afirmar falsamente que las vacunas contra COVID-19 causan Long COVID. Sin embargo, el estudio no hace tal afirmación y presenta importantes limitaciones metodológicas que deben considerarse al interpretar sus resultados.

LO QUE SE AFIRMA

Las vacunas contra COVID-19 causan Long COVID y este estudio lo demuestra.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Falso. El estudio no dice que las vacunas causen Long COVID, sino que investiga un síndrome poco común en algunas personas vacunadas. Además, presenta importantes limitaciones metodológicas.

El estudio no dice que las vacunas causen Long COVID, sino que investiga un síndrome poco común en algunas personas vacunadas

Un preprint (manuscrito científico que se publica en un servidor de acceso abierto antes de haber sido sometido a revisión por pares) publicado en medRxiv ha sido descontextualizado por diferentes grupos contrarios a las vacunas para afirmar que el Long COVID (también conocido como COVID-19 persistente) es causado por la vacunación contra la COVID-19. Estos mensajes se han difundido ampliamente en redes sociales (como podemos ver aquí o aquí), asegurando que el estudio demostraría que las vacunas pueden provocar una condición idéntica al Long COVID y que sus riesgos han sido minimizados (o que, incluso, ambas condiciones son indistinguibles). Como podemos leer en una de esas publicaciones, la cual ha sido vista más de 1 millón y medio de veces, «finalmente admiten que el ‘COVID prolongado’ es solo una lesión por vacuna».

Sin embargo, esta interpretación es errónea y distorsiona los hallazgos del estudio. Los propios autores han salido a desmentir estas afirmaciones, aclarando que el síndrome post-vacunación (PVS) y el Long COVID son condiciones distintas y que en ningún momento su trabajo sugiere que la vacunación cause Long COVID.

¿Qué investiga el estudio sobre el síndrome post-vacunación?

El preprint, titulado Immunological and Antigenic Signatures Associated with Chronic Illnesses after COVID-19 Vaccination, ha sido elaborado por investigadores de la Universidad de Yale. En él, se estudia a un grupo de personas que reportaron síntomas crónicos tras recibir la vacuna contra COVID-19, una condición que los autores denominan síndrome post-vacunación. Aunque comparte algunas similitudes con el Long COVID, el estudio no afirma que sean lo mismo ni que el PVS sea causado directamente por la vacuna.

Los investigadores analizaron 42 personas con PVS y 22 controles sanos, evaluando sus sistemas inmunológicos y comparando sus respuestas inmunitarias. Encontraron diferencias en la activación de células T y en la producción de citoquinas inflamatorias en el grupo de PVS. También detectaron presencia prolongada de la proteína Spike (proteína S) en sangre en algunos individuos con PVS, un fenómeno que también se ha observado en pacientes con Long COVID. Otro hallazgo relevante fue una mayor frecuencia de reactivación del virus Epstein-Barr (EBV) en personas con PVS, algo que también se ha descrito en casos de Long COVID. Además, se identificaron niveles más bajos de anticuerpos anti-S en personas con PVS, principalmente porque recibieron menos dosis de la vacuna.

¿El estudio dice que las vacunas causan Long COVID? No

A diferencia de lo que se ha afirmado recientemente en distintas publicaciones de redes sociales, los autores del estudio enfatizan que el rápido desarrollo y el despliegue de las vacunas contra la COVID-19 ha sido esencial a la hora de mitigar el impacto de la pandemia, que las vacunas han evitado millones de muertes (reduciendo de forma significativa tanto la enfermedad grave como la mortalidad), y que las personas vacunadas tienen un menor riesgo de desarrollar Long COVID en comparación con las no vacunadas. En la introducción del artículo, destacan que la vacunación ha sido fundamental para reducir la mortalidad y la gravedad de la enfermedad: «El rápido desarrollo y despliegue de las vacunas contra la COVID-19 ha sido fundamental para mitigar el impacto de la pandemia. Estas vacunas han reducido significativamente la enfermedad grave y la mortalidad asociadas con la infección por SARS-CoV-2».

También aclaran que el PVS no es una condición oficialmente reconocida por las autoridades sanitarias y que aún es necesario más estudio para entender sus mecanismos.

Uno de los aspectos que ha generado controversia es la detección de la proteína S en personas con PVS. Algunos han utilizado este hallazgo para afirmar que la vacunación es peligrosa, pero el estudio indica que la presencia de la proteína S también se ha encontrado en pacientes con Long COVID. Esto sugiere un mecanismo inmunológico compartido entre ambas condiciones, no una prueba de que la vacuna sea la causa del problema.

Los propios autores han respondido a la manipulación del estudio. Akiko Iwasaki, inmunóloga de Yale y coautora del trabajo, ha declarado en su perfil de X (Twitter) que las vacunas han salvado incontables vidas e inspiraron su carrera en inmunología. Señala que, aunque generalmente son seguras, algunas personas experimentan efectos adversos, incluido el PVS, y estudiarlo es clave para mejorar la seguridad de las vacunas. También ha comentado que el trabajo «todavía está en sus primeras etapas y necesitamos validar estos hallazgos».

Otro de los autores ha aclarado en X que las personas de su equipo ya estuvieron hablando sobre los efectos persistentes de la COVID-19 aguda en los meses de abril y mayo de 2020 (archivado aquí). Y que, en noviembre de 2020, ya habían publicado su primer artículo relacionado con el Long COVID. También recordó que «el participante de este estudio que llevaba mucho tiempo con COVID se enfermó ANTES de que las vacunas estuvieran disponibles. Por lo tanto, el argumento de que estos cambios fisiológicos fueron provocados por la vacuna, como muchos afirmaron, no es serio» (archivado aquí). También enfatizó que afirmar que el Long COVID es en realidad PVS carece de base científica, pero que «es necesario investigar este fenómeno para que podamos entender cómo tratar y manejar el VPS» (archivado aquí).

Sesgos metodológicos y la opinión de expertos

El estudio ha sido criticado por algunos expertos debido a su metodología. Rafael Toledo, catedrático de Parasitología en la Universidad de Valencia, nos ha advertido que el trabajo tiene «un sesgo de selección enorme». Explica que, al dividir entre personas vacunadas con y sin problemas, «el resultado reflejará problemas porque ese ha sido el criterio de selección de cohortes y, lo que en realidad refleja, son problemas previos o adicionales a la vacunación.»

Toledo compara este diseño con el de un estudio en el que se dividiera a personas que han padecido COVID-19 entre fallecidos y no fallecidos. Si se observa que los fallecidos tienen marcadores biológicos como involución tímica, la causa no sería la COVID-19 en sí, sino la edad más avanzada de ese grupo. Según Toledo, el preprint no demuestra que el PVS sea causado por la vacunación, sino que simplemente analiza un grupo ya seleccionado bajo ese criterio.

Conclusión

Como vemos, este preprint no dice en ningún momento que las vacunas causen Long COVID ni que el PVS sea equivalente al Long COVID. Los propios autores han sido claros en que su objetivo es comprender mejor el PVS y mejorar la seguridad de las vacunas, no desacreditar la vacunación.

A pesar de las afirmaciones publicadas por ciertos grupos, la realidad sigue siendo la misma: las vacunas han salvado millones de vidas y han reducido el riesgo de Long COVID.

Además, la selección de participantes en este estudio introduce un sesgo metodológico significativo. Como advierte Rafael Toledo, el diseño del estudio no permite concluir que el PVS sea causado por la vacunación, sino que simplemente analiza un grupo de personas previamente seleccionadas con síntomas. Esto refuerza la necesidad de más estudios antes de sacar conclusiones definitivas sobre la naturaleza del PVS.

Referencias:

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