Cien verificaciones y un solo compromiso: la verdad. Así ha sido el primer año de Factico, el medio independiente que combate los bulos científicos, sanitarios y climáticos

Nacimos para combatir la desinformación científica, sanitaria y climática y lo hicimos sin renunciar a nuestros valores: independencia, transparencia y compromiso con la ciudadanía.

Resumen de Factico

Factico nació hace un año con una idea clara: en tiempos de sobreinformación, la verdad necesita defensa. Somos la primera asociación sin ánimo de lucro de Canarias dedicada al fact-checking con una misión concreta: verificar datos en los ámbitos de la ciencia, la salud y el medio ambiente, y hacerlo con independencia editorial, sin aceptar presiones ni ceder a intereses ajenos.

En un ecosistema mediático marcado por bulos virales, titulares sensacionalistas y promesas sin contrastar, decidimos apostar por un modelo periodístico riguroso, transparente y comprometido con el interés público. Creemos que la información verificada es una herramienta esencial para construir una sociedad más crítica, más saludable y más sostenible.

Un primer año sin atajos y con impacto

En solo doce meses, Factico ha publicado más de 100 verificaciones de hechos. Hemos superado los 2.000 seguidores en redes sociales y más de 10.000 usuarios únicos han visitado nuestra web. Todo ello sin campañas de publicidad, sin comprar audiencia y sin renunciar a nuestra línea editorial.

Pero más allá de los números, lo que marca este primer año es el impacto. Una de nuestras piezas fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras desmentir que el brote de Mpox dejara de ser una emergencia sanitaria en agosto de 2024. Otro artículo de verificación, sobre los falsos beneficios de beber agua de mar, llevó a RTVE a retirar un programa completo de su web. Y un reporte de verificación sobre vacunas y exceso de muertes provocó que la revista editora del artículo original emitiera una “expresión de preocupación” y activara un proceso de revisión.

Durante este primer año, en Factico hemos enfrentado tanto nuevas amenazas informativas como viejas creencias sin sustento científico. Entre nuestras verificaciones más importantes están aquellas que desmienten bulos clásicos, como la falsa relación entre vacunas y autismo, una teoría sin base que persiste en redes sociales y grupos conspirativos. Pero también hemos adaptado nuestra cobertura a la urgencia informativa, verificando afirmaciones sobre el brote de viruela del mono (Mpox), analizando desinformaciones en torno a la DANA que afectó gravemente a Valencia o esclareciendo los rumores tras el apagón masivo que sufrió España en abril de 2025. Cada verificación ha seguido criterios de impacto, relevancia y responsabilidad social.

El camino de Factico no habría sido posible sin el respaldo del ecosistema de fact-checking. Gracias al apoyo de Verificat, pudimos optar y finalmente obtener la subvención BUILD 2024 de la International Fact-Checking Network (IFCN), que ha sido clave para instalarnos y crecer durante este primer año.

Formar parte de una comunidad que incluye proyectos como Maldita.es, Newtral, Verificat, EFE Verifica, VerificaRTVE e Infoveritas fortalece nuestro trabajo. No somos competidores: compartimos una misma misión y estándares comunes. Juntos, demostramos que el fact-checking no es solo una herramienta periodística, sino un servicio público.

Financiación sin hipotecas y cuentas claras

Nuestra independencia editorial no se negocia. En 2024, nos financiamos exclusivamente a través de subvenciones públicas y privadas, proyectos profesionales, colaboraciones y donaciones individuales. En total, los ingresos por subvenciones ascendieron a 11.161,92 euros, procedentes del International Fact-Checking Network (Poynter Institute) y Google. En 2024, el activo total fue de 4.426,71 euros.

Todos los ingresos obtenidos se destinaron íntegramente a sueldos del equipo y a la mejora del equipamiento técnico necesario para seguir desarrollando nuestro trabajo con calidad y solvencia. No hay despachos ni gastos superfluos, solo inversión directa en hacer mejor periodismo de verificación de hechos.

No aceptamos ningún tipo de apoyo económico que condicione lo que investigamos o publicamos. Todo el dinero que recibimos, ya sea institucional o individual, está sujeto a una condición esencial: nadie influye en nuestras decisiones. Nuestros contenidos se elaboran con criterios estrictamente periodísticos, científicos y éticos.

Publicamos nuestros balances económicos de forma transparente, porque creemos que la confianza también se gana enseñando las cuentas.

Compromiso con la verdad y con la comunidad

Formamos parte de la red europea EDMO (European Digital Media Observatory) y trabajamos bajo los estándares internacionales de la International Fact-Checking Network y la European Fact-Checking Standards Network. Cada verificación que publicamos ha pasado por un proceso de revisión interna, siguiendo una metodología clara y pública. También mantenemos una política de rectificaciones clara y pública. Si cometemos un error, lo corregimos con transparencia, lo señalamos en la propia pieza y actualizamos la información con la fecha y el motivo de la rectificación. Creemos que admitir fallos y corregirlos es parte fundamental del periodismo honesto y del compromiso con nuestros lectores. Porque la confianza no se basa en la perfección, sino en la responsabilidad.

Desafíos crecientes: desinformación, polarización y desconfianza en la ciencia

El trabajo de verificación no es solo técnico: es profundamente político y cultural. En un contexto internacional marcado por el auge de discursos negacionistas y conspirativos, agravado por la decision de Meta de suspender su programa de verificación de hechos y por el nombramiento de figuras como Robert F. Kennedy Jr., designado en el mes de febrero de 2025 como Secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (pese a su historial de difusión de información falsa sobre vacunas), la desinformación se ha vuelto más sofisticada, más emocional y más difícil de desmontar. Y lo que es aún peor: institucional.

En España, los últimos datos de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología (FECYT 2024) revelan una tendencia preocupante: el 41% de la ciudadanía cree que los gobiernos han producido virus para controlar su libertad, y la mitad piensa que las farmacéuticas ocultan los peligros de las vacunas, el doble que hace solo cuatro años.

Esta pérdida de confianza en la ciencia y en las instituciones, junto al aumento del consumo informativo a través de redes sociales y plataformas sin filtros, refuerza la necesidad urgente de medios como Factico.

Y todo esto ocurre mientras quienes trabajamos en verificación de hechos enfrentamos otro reto silencioso, pero creciente: el acoso. Ya sea en redes sociales, en correos intimidatorios o a través de campañas organizadas, el desgaste personal es real y constante. Saber lidiar con ese hostigamiento —sin que afecte la calidad del trabajo ni la seguridad de quienes lo hacemos— se ha convertido en parte de la profesión. Porque hoy, más que nunca, verificar es resistir. Y resistir es un acto de servicio público.

Porque la verificación de hechos no es censura, sino un ejercicio de responsabilidad informativa: investigamos y contextualizamos afirmaciones dudosas, ofreciendo a los usuarios herramientas para tomar decisiones informadas. Este proceso no elimina contenido ni silencia voces; simplemente añade datos verificables al debate público.

Somos un equipo pequeño, pero comprometido. Y si este primer año ha sido una prueba de lo que podemos hacer, el siguiente será una apuesta para llegar más lejos. Porque combatir la desinformación científica, sanitaria y climática no es una moda: es una necesidad democrática.

Gracias a quienes nos leéis, compartís y apoyáis. Seguimos.

Christian Pérez — Cofundador de Factico

Si te gusta nuestro trabajo y quieres colaborar con nosotros, puedes hacer una donación para apoyar nuestra labor de verificación de hechos. Con tu aportación, nos ayudas a mantener nuestra independencia, nuestra calidad y nuestra credibilidad.