Robert Kennedy Jr. promete acabar con los “chemtrails”, pero la ciencia confirma que son solo estelas de condensación

La respuesta de Robert Kennedy Jr. a una teoría conspirativa en X (Twitter) reaviva la desinformación sobre los chemtrails, un mito desacreditado por la ciencia.

LO QUE SE AFIRMA

"Vamos a detener este crimen" [en referencia a los chemtrails].

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Sin evidencia. Las estelas de condensación son un fenómeno atmosférico consistente en nubes de hielo formadas por la condensación del vapor de agua generados por aviones en altitudes elevadas, sin ningún riesgo para la salud humana.

Robert Kennedy Jr. promete acabar con los "chemtrails", pero la ciencia dice que son solo estelas de condensación

La desinformación sobre supuestos “chemtrails” ha ganado popularidad en redes sociales en los últimos años, impulsada por figuras públicas como Robert Kennedy Jr. (conocido por difundir información contra las vacunas desde hace décadas, y fundar, entre otros, la organización antivacunas Children’s Health Defense. Recientemente, Kennedy, quien se ha retirado de la carrera presidencial de Estados Unidos para apoyar a Donald Trump, respondió en Twitter a una publicación realizada por una cuenta conocida por promover teorías de conspiración.

El tuit original, publicado por una cuenta llamada Concerned Citizen (el cual fue visto más de 600 mil veces), mostraba un vídeo sobre supuestos chemtrails y sugería que pilotos estaban siendo pagados para rociar productos químicos desde aviones. Kennedy respondió afirmando que “acabarían con este crimen”, lo que reavivó el debate y la difusión de la desinformación sobre este tema, ya que su tuit se hizo viral y superó el millón de visualizaciones, además de ser compartido más de 2 mil veces.

¿Qué son los chemtrails?

La teoría de los chemtrails sostiene que las estelas que dejan los aviones en el cielo contienen productos químicos peligrosos que se liberan deliberadamente con propósitos que van desde el control de la población hasta la modificación del clima. Esta teoría carece de fundamentos científicos y ha sido ampliamente desacreditada por expertos en aviación y meteorología. Sin embargo, su persistencia en el imaginario colectivo, especialmente en tiempos de crisis globales como la pandemia de COVID-19, ha dado lugar a una proliferación de contenidos falsos y engañosos en redes sociales.

Contrario a lo que sostienen los defensores de la teoría de los chemtrails, las estelas que dejan los aviones, como ya explicó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en una nota explicativa publicada en septiembre de 2022, se forman cuando el vapor de agua y las partículas de hollín, producidas por la combustión del combustible de los aviones, se congelan en cristales de hielo al encontrarse con el aire frío y húmedo de la atmósfera.

Dependiendo de las condiciones atmosféricas, estas estelas pueden desaparecer rápidamente o persistir durante largos periodos de tiempo, dando lugar a una fina capa de nubes cirros.

La propia NASA explicó en un gráfico cómo se forman, confirmando que “las estelas de condensación son nubes que se forman cuando el vapor de agua se condensa y congela alrededor de partículas (aerosoles) que se dan en el escape de aeronaves”.

El origen de la teoría

La creencia en los chemtrails comenzó a ganar fuerza en la década de 1990, en un contexto de creciente desconfianza hacia los gobiernos y las instituciones. Algunos de los primeros seguidores de la teoría afirmaban que los aviones comerciales estaban siendo utilizados para rociar bario, un metal tóxico, con el fin de pacificar o reducir a la población. También se ha afirmado que el clima global está controlado por programas secretos de geoingeniería que utilizan estelas químicas e instalaciones de calentamiento de la ionosfera.

A lo largo de los años, la teoría ha evolucionado, incorporando elementos como la propagación de la COVID-19, la distribución de vacunas, el control mental y la promoción de un supuesto “nuevo orden mundial”.

Esta teoría se ha visto alimentada por la circulación de imágenes falsas en redes sociales, como fotos de cabinas de aviones con interruptores etiquetados como “Chemtrail Control”, o imágenes de aviones de prueba con barriles de agua, los cuales se utilizan en ensayos de condiciones de vuelo con diferentes combinaciones de peso y centro de gravedad.

Estas imágenes han sido sacadas de contexto y presentadas como “pruebas” de la existencia de chemtrails, a pesar de que no tienen nada que ver con la liberación de productos químicos en la atmósfera.

La ciencia detrás de las estelas de condensación

Para entender por qué los chemtrails no son más que un mito, es crucial comprender la ciencia detrás de las estelas de condensación. Según expertos en aerodinámica y meteorología, como el Dr. Ron Smith, miembro de la Royal Aeronautical Society, la formación y duración de las estelas depende enteramente de las condiciones atmosféricas, como la humedad y la temperatura.

En un artículo reciente, Smith explica que si el aire está muy seco, no se formarán estelas, o estas se disiparán rápidamente. Sin embargo, si el aire está sobresaturado con respecto a la formación de hielo, el vapor de agua en las estelas se convierte inmediatamente en partículas de hielo, lo que puede dar lugar a estelas persistentes.

Estas estelas persistentes, que algunos confunden con chemtrails, no son más que cristales de hielo que permanecen en la atmósfera debido a las condiciones de humedad. En algunas circunstancias, estas estelas pueden parecer diferentes, especialmente cuando se forman contrails aerodinámicos iridiscentes.

Estos contrails se producen cuando la presión y la temperatura sobre el ala de un avión provocan la condensación en condiciones de alta elevación. En estas situaciones, las partículas de hielo actúan como “semillas” en la atmósfera sobresaturada y crecen con el tiempo, dispersando la luz del sol y creando colores que algunos podrían interpretar erróneamente como evidencia de chemtrails.

Efectos de los contrails en el clima

La comunidad científica ha estado investigando activamente los efectos de los contrails en el clima. Si bien no hay pruebas de que estos contrails contengan productos químicos nocivos, sí se ha demostrado que pueden contribuir al calentamiento global a través de un fenómeno conocido como “forzamiento radiativo”. Este proceso, en el cual las estelas actúan como una especie de manta que atrapa el calor en la atmósfera, podría tener implicaciones significativas para el cambio climático.

Como vemos, la respuesta de Robert Kennedy Jr. en Twitter a una teoría conspirativa sobre chemtrails es un ejemplo más de cómo la desinformación puede difundirse fácilmente en las redes sociales, especialmente cuando es amplificada por figuras públicas. A pesar de las afirmaciones de Kennedy y otros, no hay evidencia científica que respalde la existencia de chemtrails. Las estelas que vemos en el cielo no son más que un fenómeno bien comprendido por la ciencia.

Referencias:

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