No hay evidencia científica que demuestre que la ivermectina sea efectiva para tratar o curar el cáncer

Las afirmaciones recientes sobre la ivermectina como tratamiento o cura para el cáncer carecen de evidencia científica sólida y reflejan un patrón de desinformación similar a la de la COVID-19.

LO QUE SE AFIRMA

La ivermectina es útil para tratar y curar el cáncer.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Falso. No hay evidencia científica que demuestre que la ivermectina sea efectiva para tratar o curar el cáncer.

En las últimas semanas, ha resurgido en redes sociales, principalmente en X (anteriormente conocido como Twitter), la idea de que la ivermectina podría ser útil para tratar y curar el cáncer. Esta vez, la afirmación proviene de William Makis, un médico que ha sido conocido por difundir desinformación en varias ocasiones a lo largo de la pandemia de COVID-19, quien publicó un vídeo (archivado aquí) en redes sociales afirmando que la ivermectina podía ayudar contra el cáncer.

En ese vídeo, además, vuelve a difundir la afirmación falsa de que las vacunas de ARNm desarrolladas contra la COVID-19 causan «turbocánceres», cuyo término no existe verdaderamente en la literatura científica/médica (que analizaremos en detalle en una próxima verificación).

Tuit de William Makis sobre el uso de la ivermectina para el cáncer
Captura de pantalla del tuit de William Makis, publicado el 10 de junio de 2024. Captura realizada el 18 de junio de 2024. Fuente: X/Twitter

En el mes de mayo circuló también en redes sociales (Facebook) otra afirmación similar, realizada en aquel momento por una cirujana oncóloga de Estados Unidos, llamada Kathleen Ruddy, quien había sido originalmente entrevistada por The Epoch Times, un medio de comunicación que tiene un amplio historial de difundir información errónea, y que está vinculado al movimiento religioso chino Falun Gong.

En esa entrevista, la doctora Ruddy afirmó que distintos estudios e investigaciones mostraban el supuesto potencial de la ivermectina como agente anticangerígeno, y mencionó que había observado múltiples casos de pacientes con cáncer en fase avanzada que empezaron a mejorar tras tomar ivermectina.

La ivermectina, un medicamento antiparasitario, ya había sido promocionada durante la pandemia de COVID-19 por grupos de desinformación y antivacunas como un supuesto tratamiento eficaz. Sin embargo, una amplia variedad de estudios han demostrado su ineficacia tanto como preventivo como tratamiento para la COVID-19. Esta situación plantea la pregunta: ¿existe alguna base científica que respalde el uso de la ivermectina en el tratamiento del cáncer?

El resurgimiento de la ivermectina

El nombre de William Makis no es nuevo. Este médico ha sido un frecuente difusor de afirmaciones no verificadas y teorías conspirativas. En esta ocasión, ha vuelto a ser el centro de atención al promover la idea de que la ivermectina podría ser una cura para el cáncer.

Makis ha utilizado su plataforma en redes sociales para compartir estudios preliminares y datos descontextualizados, argumentando que la ivermectina, un medicamento barato y ampliamente disponible, ha sido deliberadamente ignorada por la comunidad médica y las autoridades sanitarias.

¿Qué es la ivermectina?

La ivermectina es un medicamento antiparasitario usado principalmente para tratar infecciones causadas por ciertos tipos de parásitos. Fue descubierta en la década de 1970 y ha sido utilizada con éxito para tratar enfermedades como la oncocercosis (ceguera de los ríos) y la filariasis linfática. Sin embargo, su reciente notoriedad se debe a su promoción como un tratamiento no probado para la COVID-19 durante la pandemia.

De hecho, la ivermectina fue promovida por varios líderes políticos y figuras públicas, incluyendo al ex presidente brasileño Jair Bolsonaro y al presentador de televisión Joe Rogan. Estos defensores afirmaban que la ivermectina podría prevenir y tratar la COVID-19, a pesar de la falta de evidencia científica sólida.

Esta promoción llevó a un aumento significativo en el consumo de ivermectina, incluso a pesar de las advertencias de las autoridades de salud y la falta de pruebas concluyentes sobre su eficacia.

Sin embargo, numerosos estudios clínicos, ensayos y revisiones sistemáticas han evaluado la eficacia de la ivermectina en el tratamiento de la COVID-19, y la mayoría de estos estudios han concluido que no es efectiva para prevenir o tratar la COVID-19.

Las principales organizaciones de salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), han desaconsejado el uso de la ivermectina para la COVID-19 fuera de los ensayos clínicos. La misma posición fue también defendida por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

La ivermectina en el tratamiento del cáncer

La reciente promoción de la ivermectina como tratamiento para el cáncer por parte de William Makis ha llevado a una revisión de la evidencia científica disponible sobre el tema. Actualmente, no hay pruebas concluyentes de que la ivermectina sea efectiva en el tratamiento del cáncer en humanos. Aunque algunos estudios preclínicos han sugerido que la ivermectina puede tener efectos anticancerígenos en cultivos celulares y modelos animales, estos estudios están en etapas muy iniciales y no pueden ser extrapolados a tratamientos clínicos en humanos.

Los estudios preclínicos han explorado el potencial de la ivermectina en el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, algunos estudios han mostrado que la ivermectina puede inhibir el crecimiento de células cancerosas en el laboratorio. Sin embargo, estos estudios son limitados y no proporcionan evidencia suficiente para justificar el uso de la ivermectina como tratamiento contra el cáncer en humanos.

Un estudio publicado en 2021, por ejemplo, usó ivermectina en combinación con otro anticuerpo (anti-PD1), para tratar el cáncer de mama, con «resultados positivos en ratones.» No obstante, uno de los autores del estudio afirmó a The Associated Press que «por sí misma, la ivermectina no es una cura ni un tratamiento eficaz para el cáncer de mama». Estos resultados preliminares necesitan ser validados en ensayos clínicos rigurosos antes de que la ivermectina pueda ser considerada como un tratamiento viable para el cáncer.

Ausencia de ensayos clínicos concluyentes

Hasta la fecha, no hay ensayos clínicos concluyentes que demuestren la eficacia de la ivermectina en el tratamiento del cáncer en humanos. La mayoría de las investigaciones están en etapas muy tempranas y se limitan a estudios preclínicos. El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos, que difunde al público información científicamente precisa y basada en evidencia sobre el cáncer, declaró a Politifact en un comunicado que «según una búsqueda en nuestros recursos no parece que el NCI mantenga información que respalde la declaración». Y si hacemos una búsqueda en el sitio en internet sobre tratamientos para el cáncer de la Sociedad Americana del Cáncer, no encontramos a la ivermectina en ningún lado.

El Instituto Nacional del Cáncer (INCA) de Brasil también ha afirmado que no hay pruebas que respalden el uso de la ivermectina para el tratamiento del cáncer. Según el INCA, la ivermectina solo está indicada para el tratamiento de infecciones parasitarias y no se ha demostrado que tenga beneficios en el tratamiento del cáncer.

Y una búsqueda por los distintos artículos publicados en el sitio web de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), solo encontramos artículos que discuten nuevas posibilidades para aplicar la ivermectina basándose en su eficacia contra las enfermedades parasitarias, y simplemente muestran que se han llevado a cabo estudios iniciales que exploran la posibilidad de que pueda desempeñar un papel en la desaceleración del crecimiento de células cancerosas (o en el tratamiento de tumores). Además, hay que tener en cuenta que el sitio web no proporciona consejos médicos sobre tratamientos, enfermedades o condiciones de salud.

Hemos consultado a la doctora Lourdes García, médico especialista en oncología médica. Según la doctora García, un antiparasitario no puede ser útil en una célula tumoral, puesto que una célula tumoral en un tumor sólido tiene infinidad de vías de señalización celular que, por mucho que se intente inhibir una, al final se escapará otra. Es decir, inhibir una vía puede no ser suficiente para detener el crecimiento del tumor. En este sentido, señala que la gran mayoría de ensayos que existen son simplemente trabajos de investigación in vitro con líneas celulares tumorales. Esto significa que los resultados obtenidos en el laboratorio pueden no traducirse directamente a los pacientes humanos. Y recuerda que, además, las guías de práctica clínica y médica ni siquiera reflejan el uso de la ivermectina en este sentido.

En conclusión, no hay evidencia científica que respalde el uso de la ivermectina para el tratamiento del cáncer. Los estudios preclínicos están en etapas muy iniciales y no pueden justificar su uso clínico en humanos. Por tanto, calificamos la afirmación como falsa.

Verificaciones similares han sido analizadas y corroboradas previamente por PolitiFact, Estadão y Health Feedback, entre otros. Anteriormente hemos verificado afirmaciones similares sobre el uso de la ivermectina como tratamiento para el dengue, o las afirmaciones sobre un estudio observacional realizado en Brasil con varias limitaciones y graves problemas metodológicos, respecto al uso de la ivermectina como tratamiento para la COVID-19.

Referencias:

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