La afirmación de que un tribunal portugués determinó que las pruebas PCR de COVID-19 no son aptas se basan en hallazgos mal interpretados

La afirmación de que un tribunal portugués declaró que las pruebas de PCR no son aptas para diagnosticar COVID-19 se basa en una interpretación errónea. Los datos originales se referían a la capacidad de las pruebas PCR para indicar contagiosidad, y no sugiere que la mayoría de los resultados positivos sean falsos.

LO QUE SE AFIRMA

Un tribunal portugués dictaminó que las pruebas PCR no son aptas para diagnosticar COVID-19, y los medios guardaron silencio.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Inexacto. La interpretación de que un tribunal de Portugal concluyó que las pruebas PCR son erróneas en un 97% surge de una lectura equivocada de los resultados. Los datos originales se referían a la capacidad de las pruebas PCR para indicar contagiosidad, no a que la mayoría de los resultados positivos sean incorrectos. Se trata de una afirmación incorrecta de un análisis muy defectuoso que no tuvo en cuenta las muertes por COVID-19.

PCR Portugal
La aseveración de que un juzgado en Portugal resolvió que las pruebas PCR para COVID-19 son inadecuadas proviene de una interpretación errónea de los datos. Foto: Istock

En las últimas semanas, ha circulado en redes sociales una afirmación que sostiene que un tribunal portugués dictaminó que las pruebas de PCR no son adecuadas para diagnosticar COVID-19, sugiriendo que esta decisión ha sido ignorada o silenciada por los medios de comunicación. Una de esas publicaciones, publicada en X (anterior Twitter), había alcanzado en el momento de realizar esta verificación más de 3.233 visualizaciones, el cual enlaza un artículo publicado el día 8 de junio de 2024 por una conocida página web difusora de desinformación, llamada The People’s Voice.

Sin embargo, la afirmación de que los medios de comunicación guardaron silencio después de que un tribunal dictaminara que las pruebas de PCR no son aptas para diagnosticar COVID-19 se basa en una interpretación incorrecta de la información y los hechos. Esta afirmación ha sido difundida principalmente por grupos que han cuestionado la fiabilidad de las pruebas PCR, pero al examinar el contexto y los detalles del caso, se revela una narrativa muy diferente.

PCR Redes sociales
Una de las publicaciones en redes sociales que contiene la afirmación errónea. Captura realizada el 9 de junio de 2024. Fuente: X/Twitter

En primer lugar, es crucial entender que el caso judicial en cuestión tuvo lugar en Portugal en noviembre de 2020. Este caso fue utilizado para argumentar que los confinamientos basados únicamente en resultados de pruebas PCR son ilegítimos.

No obstante, no se trató de una revisión científica exhaustiva de la validez de las pruebas PCR, sino de una disputa legal sobre la detención de cuatro turistas alemanes por parte de las autoridades de salud con base en los resultados de las pruebas.

Contexto del caso

El origen de esta afirmación se remonta a una decisión del Tribunal de Apelación de Lisboa en noviembre de 2020. El caso en cuestión no era sobre la validez de las pruebas de PCR en general, sino sobre la legalidad del confinamiento de cuatro turistas alemanes basándose en los resultados de sus pruebas PCR. El tribunal determinó que el confinamiento impuesto no tenía fundamento legal y decretó la puesta en libertad de los individuos. El fallo se apoyó, entre otros aspectos, en el análisis de la validez de los resultados obtenidos mediante las pruebas PCR.

En este sentido, los jueces expresaron dudas sobre la fiabilidad de los resultados de las pruebas en este contexto específico, especialmente cuando se usan como único criterio para la cuarentena forzosa. Y concluyeron que “la probabilidad de que una persona reciba un falso positivo [de una prueba de PCR] es del 97% o más”, citando la siguiente declaración de Jaafar et al. en una carta al editor de la revista Clinical Infectious Diseases, publicada originalmente en el mes de septiembre de 2020:

“En un umbral de ciclo (ct) de 25, aproximadamente el 70% de las muestras permanecieron positivas en el cultivo celular (es decir, eran infecciosas); con un ct de 30, el 20% de las muestras seguían siendo positivas; con un ct de 35, el 3% de las muestras permanecieron positivas; y con un ct superior a 35, ninguna muestra quedó positiva (infecciosa) en el cultivo celular”.

El tribunal citó un estudio de Jaafar et al. que analizaba la correlación entre el valor del umbral del ciclo (Ct) de las pruebas de PCR y la capacidad de cultivar virus vivos en muestras de pacientes. El valor Ct se refiere al número de ciclos de amplificación necesarios para detectar el ARN viral; valores Ct altos (por encima de 35) pueden indicar una baja carga viral y una menor probabilidad de que la persona sea contagiosa.

Los magistrados ofrecieron una explicación minuciosa de cómo entendieron la declaración en su veredicto. Aunque el dictamen se emitió principalmente en portugués, se incluyó una versión en inglés para facilitar la comprensión de la misiva de Jaafar y sus colaboradores por parte de los jueces:

“Esto significa que si una persona obtiene un resultado ‘positivo’ en una prueba de PCR en un umbral de ciclo de 35 o superior (como se aplica en la mayoría de los laboratorios estadounidenses y en muchos laboratorios europeos), la probabilidad de que la persona sea infecciosa es inferior al 3%. La probabilidad de que la persona haya recibido un resultado “falso positivo” es del 97% o más”.

Sin embargo, la interpretación de la carta fue errónea. De hecho, no corresponde correctamente a las conclusiones de los investigadores.

La carta de Jaafar y colaboradores no determinó que las pruebas PCR para COVID-19 sean “97% inexactas”

La carta de Jaafar y su equipo abordó una cuestión crucial: ¿es un resultado positivo en la prueba PCR sinónimo de contagio? Aunque estas pruebas son la piedra angular de la detección de la COVID-19 y fundamentales para las medidas de salud pública como la cuarentena, no son infalibles.

Un artículo del New York Times resaltó que un positivo en PCR no siempre implica que la persona pueda transmitir el virus. La alta sensibilidad de estas pruebas permite detectar minúsculas cantidades de material genético del virus que pueden persistir en el cuerpo mucho después de que la persona haya dejado de ser contagiosa. Esto conduce a una situación en la que personas que ya no representan un riesgo de contagio podrían estar siendo aisladas sin necesidad.

Las pruebas PCR son como «detectives moleculares», buscando rastros del virus al hacer múltiples copias de su material genético. La cantidad de copias necesarias para detectar el virus se llama valor de umbral del ciclo (Ct). Un Ct bajo significa que hay mucha cantidad de virus y que, por tanto, es fácil de encontrar; mientras que un Ct alto sugiere que hay poco virus y puede que no sea contagioso.

Los expertos están debatiendo si deberíamos usar el Ct para decidir si alguien necesita aislarse. Un Ct bajo podría significar que alguien es muy contagioso. Pero un Ct alto es más complicado: podría ser una señal de que alguien ya no contagia o que apenas está empezando a enfermarse.

Para entender mejor esto, Jaafar y su equipo analizaron miles de pruebas PCR y compararon los Ct con la presencia de virus que pueden contagiar a otros. Descubrieron que con un Ct de 25, hay muchas posibilidades de que el virus esté activo. Pero con un Ct de 35, es muy raro encontrar virus contagiosos.

Sin embargo, a pesar de la afirmación realizada tanto en el artículo de The People’s Voice como en las redes sociales, esto no quiere decir que las pruebas PCR se equivoquen el 97% de las veces. Solo significa que un Ct alto no siempre es igual a contagio. Y definitivamente no significa que las pruebas den positivo por error el 97% de las veces. Lo que la carta de Jaafar realmente sugiere es que debemos ser cuidadosos al interpretar lo que significa un resultado positivo en la prueba PCR.

En la carta no se concluye que las pruebas de PCR sean inapropiadas para diagnosticar COVID-19, sino que sugiere que valores Ct altos deben interpretarse con precaución respecto a la infecciosidad. De hecho, la carta no concluye que las pruebas PCR sean inexactas en un 97%, sino que discute cómo los valores de Ct elevados pueden indicar una menor carga viral, lo cual es relevante para determinar la infectividad más que la presencia del virus. Por otro lado, sus autores también exploraban la cuestión de las trazas de material viral que son detectables mediante pruebas de PCR, lo cual no está relacionado con el problema de los falsos positivos.

Esto no implica que el 97% de los resultados de las pruebas PCR sean falsos. La fiabilidad de las pruebas PCR como método de diagnóstico sigue siendo alta, con una especificidad y sensibilidad que las hacen altamente efectivas para detectar infecciones activas de COVID-19.

Los medios de comunicación sí se hicieron eco de la noticia en su momento

La afirmación de que los medios de comunicación han «guardado silencio» sobre el fallo del tribunal no es precisa. De hecho, la decisión y su contexto fueron ampliamente cubiertos en su momento (noviembre y diciembre de 2020), como lo demuestra este artículo publicado en The Portugal News el 27 de noviembre de 2020. Pero la cobertura también incluyó explicaciones sobre la interpretación y limitaciones de las pruebas de PCR.

La narrativa de que hay un encubrimiento o silencio intencional es un ejemplo de cómo la desinformación puede distorsionar los hechos. Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de informar con precisión y contextualizar las decisiones judiciales y los estudios científicos para evitar malentendidos.

En conclusión, el fallo del tribunal portugués ha sido malinterpretado y utilizado fuera de contexto para cuestionar la validez de las pruebas de PCR. Es esencial entender que las pruebas de PCR siguen siendo una herramienta crucial en la lucha contra COVID-19, y que su uso en el diagnóstico y control de la pandemia está respaldado por una abrumadora evidencia científica.

La afirmación de que las pruebas de PCR no son aptas para diagnosticar COVID-19 es incorrecta. Las pruebas de PCR son precisas para detectar la presencia del virus y son fundamentales para identificar y controlar brotes. La desinformación sobre su fiabilidad puede socavar los esfuerzos de salud pública y debe ser corregida con información precisa y basada en evidencia.

La prueba PCR sigue siendo extremadamente efectiva para detectar la presencia de ARN del virus SARS-CoV-2, lo cual es esencial para el diagnóstico de la COVID-19.

Referencias:

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