LO QUE SE AFIRMA
Las vacunas contienen células y tejidos de fetos abortados.
LO QUE SABEMOS HASTA AHORA
Falso. Para producir algunas vacunas se utilizan células humanas de laboratorio, que pueden provenir de tejidos fetales obtenidos hace décadas. Estas células son fundamentales para que los virus se multipliquen. Sin embargo, estas células son destruidas y filtradas completamente durante el proceso de fabricación, asegurando que la vacuna final no las contenga.