No, el informe del Comité de la Cámara de Representantes de EE.UU. no confirmó que el virus causante de la COVID-19 se creó en un laboratorio

El informe del Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes de EE.UU. sobre la pandemia de Estados Unidos no confirmó que el SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) fue creado en un laboratorio, solo menciona una hipótesis sin pruebas concluyentes.

LO QUE SE AFIRMA

El informe del Congreso de Estados Unidos confirmó que el COVID-19 fue creado artificialmente en un laboratorio chino.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Falso. El informe sugiere, sin pruebas concluyentes, que el virus pudo surgir por un accidente de laboratorio, pero no confirma su origen artificial. Únicamente expone elementos que respaldan esta hipótesis, pero no ofrece una confirmación concluyente.

Informe del Congreso no prueba el origen artificial del COVID-19

En redes sociales, especialmente en X (antes Twitter) y Threads, se han difundido afirmaciones que aseguran que un informe del Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes de EE.UU. sobre la pandemia confirmó que la COVID-19 fue creado artificialmente en un laboratorio chino. Estas publicaciones, como esta o esta, que acumulan miles de visualizaciones, presentan el documento como prueba definitiva de esta teoría. Sin embargo, una revisión exhaustiva de los hechos revela que estas afirmaciones son incorrectas y carecen de fundamento científico.

¿Qué dice realmente el informe?

La afirmación central que circula es que el informe establece como un hecho comprobado que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, fue diseñado en un laboratorio de Wuhan, China, y posteriormente liberado de manera intencional o accidental. A continuación, analizamos los puntos clave para evaluar su veracidad:

  1. ¿Qué dice realmente el informe del Subcomité Selecto? El documento menciona que el virus «probablemente» surgió como resultado de un accidente en un laboratorio, pero no presenta evidencia concluyente para respaldar esta hipótesis. Además, no descarta otras posibilidades, como el origen zoonótico, que sigue siendo la explicación más aceptada por la comunidad científica.
  2. ¿El informe confirma que el virus fue creado artificialmente? No. La idea de un virus creado artificialmente no tiene respaldo en este informe ni en investigaciones científicas revisadas por pares. El texto recoge especulaciones sin aportar pruebas nuevas que respalden tal afirmación.

Una lectura detallada del informe revela que su enfoque no es científico, sino político. Al mencionar que el SARS-CoV-2 pudo originarse por un accidente en un laboratorio, el documento se limita a señalar una posibilidad, sin presentar datos o estudios inéditos que avalen esta teoría. Es más, gran parte de sus conclusiones se basan en informes previos y en interpretaciones que ya han sido cuestionadas por la comunidad científica. Además, el informe no confirma que el SARS-CoV-2 se creó de forma artificial (como afirman distintos usuarios en redes sociales), sino que «surgió probablemente a causa de un accidente relacionado con el laboratorio o la investigación».

Por otro lado, estudios realizados por entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostienen que el origen zoonótico, es decir, el salto del virus de animales a humanos, sigue siendo la hipótesis más probable. En este sentido, debemos recordar que existen numerosas evidencias que apuntan al mercado donde se comercializaban mariscos y otros animales como el lugar en el que el virus dio el salto inicial de animales a humanos. Diversos estudios respaldan de manera sólida esta hipótesis, presentando datos consistentes y detallados que refuerzan esta teoría.

Por ejemplo, un estudio de 2021 analizó de forma crítica la evidencia a favor de un origen zoonótico del SARS-CoV-2, es decir, que el virus se transmitió de los animales a los humanos (y llegó a esa conclusión). Otro estudio de 2022 identificó el inicio de la pandemia de COVID-19 en el mercado mayorista de mariscos de Huanan en Wuhan, y no en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV). Además, otro estudio de 2022 identificó que hubo al menos dos eventos zoonóticos separados en Huanan, probablemente con una semana de diferencia. Otro estudio de 2023 cuestionó la falta de evidencia sobre un origen de laboratorio y criticó la forma en que los partidarios de la hipótesis de la fuga de laboratorio han difundido información falsa sobre la naturaleza de la investigación de ganancia de función, que consiste en modificar genéticamente los virus para hacerlos más infecciosos o letales. Un análisis crítico de 2023 que evaluó la evidencia sobre el origen del SARS-CoV-2 y descarta la posibilidad de que se creara o manipulara en un laboratorio; en este análisis, además, los autores destacaron que el SARS-CoV-2 es el noveno coronavirus documentado que ingresa a la población humana, y que la mejor evidencia existente respalda un origen zoonótico directo. Además, un estudio independiente de 2023 también investigó los orígenes del SARS-CoV-2 y llegó a la misma conclusión que los anteriores. Y un artículo de 2024, recientemente publicado, revisó toda la evidencia disponible y concluyó que el SARS-CoV-2 surgió de forma natural en el mercado de Huanan o en un lugar cercano, y que no hay ninguna prueba que lo relacione con el trabajo de laboratorio en el WIV.

Además, es necesario recordar que, hace apenas unos días, Shi Zhengli, la viróloga en el centro de la teoría de las fugas de laboratorio de la COVID-19, reveló secuencias de coronavirus del instituto de Wuhan, confirmando que las muestras presentes en el laboratorio «no tienen parientes cercanos con el virus detrás de la COVID-19». Eso sí, aunque tampoco se ha podido demostrar de manera definitiva, esta explicación cuenta con más respaldo científico que la teoría del accidente de laboratorio.

La afirmación de que el virus fue creado artificialmente ha sido desmentida en múltiples ocasiones. Análisis genéticos del SARS-CoV-2 han identificado características que coinciden con una evolución natural y no con manipulación en laboratorio. Además, las teorías que sugieren un diseño intencional han sido desacreditadas por numerosos expertos en virología.

El informe no confirma el origen del SARS-CoV-2

La afirmación de que el informe del Congreso de EE.UU. confirmó que la COVID-19 fue creado en un laboratorio es falsa. El documento menciona la posibilidad de un accidente relacionado con investigaciones en laboratorios, pero no aporta evidencia que respalde esta teoría ni descarta otras explicaciones. La comunidad científica aún no ha llegado a un consenso sobre el origen del virus, y el informe citado no representa un avance significativo en este debate.

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