¿Confinamientos planeados desde 2007? La verdad detrás de una afirmación viral en X/Twitter

Una publicación viral en X/Twitter afirma que, desde 2007, se planificó en Estados Unidos un esquema para imponer confinamientos draconianos. La publicación enlaza, a su vez, a un artículo publicado por Children's Health Defense. ¿Qué dicen realmente los documentos oficiales y cuál es la realidad?

LO QUE SE AFIRMA

Llevaban años organizando la plandemia. Plan de Seguridad Nacional para los confinamientos por pandemia, redactado en 2007 bajo la presidencia de George W. Bush.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Engañoso. El plan se centró en la preparación y resiliencia ante pandemias, destacando la coordinación y la protección de la infraestructura crítica.

El 16 de julio de 2024, un usuario en X/Twitter publicó una afirmación que ha generado controversia y debate: «LLEVABAN AÑOS ORGANIZANDO LA PLANDEMIA. Plan de Seguridad Nacional para los confinamientos por pandemia, redactado en 2007 bajo la presidencia de George W. Bush». Esta publicación ha alcanzado más de 2 mil visualizaciones y ha sido compartida por más de 230 usuarios, lo que ha aumentado la necesidad de verificar la veracidad de dicha afirmación.

Captura de un tuit que recoge la afirmación engañosa, publicada en X/Twitter. Captura realizada el 17 de julio de 2024. Fuente: X/Twitter

El usuario en cuestión compartió y enlazó un artículo publicado por «The Defender», una plataforma de la organización «Children’s Health Defense», que ha sido acusada repetidamente de difundir desinformación sobre las vacunas. Este artículo, originalmente publicado por Brownstone Institute, afirma que un documento del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) redactado en 2007 bajo la presidencia de George W. Bush establece un plan para confinamientos por pandemia que abole derechos constitucionales y libertades civiles.

El artículo del Brownstone Institute, titulado «The Pandemic Excuse for a Corporatist Coup» (y posteriormente modificado por la página web ‘The Defender’ con el título «Homeland Security Blueprint for Pandemic Lockdowns Written in 2007 Under President G.W. Bush»), escrito por Jeffrey A. Tucker, presenta una visión alarmista de un documento que, según Tucker, detalla medidas draconianas que incluyen cuarentenas, restricciones de viaje, cierre de negocios y limitaciones en las reuniones públicas. Tucker argumenta que este plan, desarrollado por el Consejo Asesor Nacional de Infraestructura (NIAC), representa una imposición corporativista que elimina cualquier semblanza de la Constitución y la Declaración de Derechos de los Estados Unidos.

Para verificar la veracidad de estas afirmaciones, se analizaron los documentos oficiales mencionados en el artículo de Brownstone Institute. Los documentos relevantes incluyen:

  1. Una carta de transmisión dirigida a Michael Leavitt, entonces Secretario de Salud y Servicios Humanos, fechada el 22 de enero de 2007.
  2. Una carta de transmisión dirigida a Michael Chertoff, entonces Secretario de Seguridad Nacional, también fechada el 22 de enero de 2007.
  3. El informe final del NIAC titulado «The Prioritization of Critical Infrastructure for a Pandemic Outbreak in the United States» fechado el 16 de enero de 2007.

La carta de transmisión a Leavitt acompaña el informe final del NIAC y agradece a los miembros del grupo de estudio y a los expertos por sus contribuciones. La carta enfatiza la importancia de la colaboración entre sectores público y privado para mejorar la preparación y respuesta ante una pandemia. Similarmente, la carta a Chertoff resalta los esfuerzos y conclusiones del estudio del NIAC, subrayando la necesidad de colaboración para enfrentar posibles brotes pandémicos.

El informe final del NIAC proporciona un análisis detallado de la infraestructura crítica en los Estados Unidos, identificando interdependencias y proponiendo recomendaciones para mejorar la resiliencia ante una pandemia. El documento abarca metodologías, hallazgos de encuestas, observaciones sobre interdependencias y estrategias de comunicación y distribución de recursos médicos.

En ese informe, podemos leer las siguientes conclusiones (concretamente, en las páginas 51 y 52 del informe final):

“La cuarentena es una declaración legalmente exigible que un organismo gubernamental puede instituir sobre individuos potencialmente expuestos a una enfermedad, pero que no presentan síntomas. Si se promulgan, las leyes federales de cuarentena se coordinarán entre los CDC y los funcionarios de salud pública estatales y locales y, si es necesario, el personal policial… El gobierno también puede promulgar restricciones de viaje para limitar el movimiento de personas y productos entre áreas geográficas en un esfuerzo por limitar la transmisión y propagación de enfermedades. Las autoridades están revisando actualmente posibles planes para restringir los viajes internacionales ante el surgimiento de una pandemia en el extranjero.

“Limitar las oportunidades de reunión pública también ayuda a limitar la propagación de enfermedades. Las salas de conciertos, los cines, los estadios deportivos, los centros comerciales y otros grandes lugares de reunión pública podrían cerrar indefinidamente durante una pandemia, ya sea por cierres voluntarios o por cierres impuestos por el gobierno. De manera similar, las autoridades pueden cerrar escuelas y negocios no esenciales durante las olas de la pandemia en un esfuerzo por reducir significativamente las tasas de transmisión de la enfermedad. Estas estrategias tienen como objetivo prevenir la interacción cercana de las personas, el principal conducto de propagación del virus de la gripe. Incluso tomar medidas como limitar las interacciones entre personas a una distancia de tres pies o evitar instancias de contacto cercano casual, como estrechar la mano, ayudará a limitar la propagación de la enfermedad”.

Según leemos en el artículo originalmente publicado por Browstone Institute, «en otras palabras, se trata de un crimen organizado industrial, muy similar al fascismo de entreguerras, una combinación corporativista de grandes empresas y grandes gobiernos. Si a eso le sumamos la industria farmacéutica , vemos exactamente lo que ocurrió en 2020, que representó la mayor transferencia de riqueza de las pequeñas y medianas empresas y la clase media a los industriales ricos en la historia de la humanidad».

Pero, contrario a lo que sugiere el artículo de Brownstone Institute, estos documentos no delinean un plan para imponer confinamientos draconianos ni abolir derechos constitucionales. En el caso que nos ocupa, las medidas descritas anteriormente son estrategias estándar de salud pública utilizadas en todo el mundo para controlar la propagación de enfermedades infecciosas. La planificación y preparación para pandemias son prácticas normales y necesarias para proteger la salud pública. Estas medidas no son indicativas de un plan premeditado para imponer confinamientos draconianos, sino que son respuestas basadas en la evidencia científica y las mejores prácticas de salud pública, como ya pudimos ver con anterioridad en esta otra verificación.

Como vemos, el informe se centra en la preparación y respuesta ante una pandemia, destacando la importancia de la coordinación entre diferentes sectores y niveles de gobierno para mitigar el impacto de una crisis sanitaria. Las recomendaciones incluyen mejorar la comunicación, garantizar la continuidad de servicios esenciales y proteger la infraestructura crítica.

Extracto del informe «The prioritization of critical infrastructure for a pandemic outbreak in the United States working group», correspondiente a la página 51. Fuente: NIAC

Contexto histórico y estrategias pandémicas bajo la administración de George W. Bush

Es crucial entender el contexto histórico en el que se desarrollaron estos documentos. Durante la presidencia de George W. Bush, hubo una creciente preocupación por la amenaza de pandemias, especialmente tras los brotes de gripe aviar (H5N1) a principios de la década de 2000. En respuesta, la administración de Bush lanzó la «Estrategia Nacional para la Pandemia de Influenza» en 2005, seguida por la «Estrategia Nacional para Combatir las Pandemias de Influenza» en 2006. Estas estrategias buscaban preparar al país ante posibles pandemias a través de la vigilancia, la respuesta rápida y la coordinación entre diferentes niveles de gobierno y sectores privados.

Es importante destacar que la administración Bush no fue la única en desarrollar planes de preparación para pandemias. La preocupación por la preparación ante pandemias ha sido una constante en la política de salud pública de Estados Unidos, abarcando múltiples administraciones. La pandemia de COVID-19 de 2020 demostró la importancia de tener planes robustos para enfrentar crisis sanitarias, aunque también reveló las limitaciones y desafíos en la implementación de tales planes.

La afirmación de que el plan de 2007 fue un esquema para imponer confinamientos draconianos y abolir derechos constitucionales es, por lo tanto, engañosa. Los documentos analizados demuestran que el enfoque principal estaba en la preparación y resiliencia ante pandemias, y no en la imposición de medidas autoritarias.

La narrativa presentada por el artículo del Brownstone Institute distorsiona los objetivos y recomendaciones del informe del NIAC, alimentando teorías de conspiración que no están respaldadas por la evidencia.

La importancia de la planificación preventiva ante posibles crisis de salud pública

Por otro lado, es importante destacar que la administración Bush no fue la única en desarrollar planes de preparación para pandemias. La preocupación por la preparación ante pandemias ha sido una constante en la política de salud pública de Estados Unidos, abarcando múltiples administraciones. La pandemia de COVID-19 de 2020 demostró la importancia de tener planes robustos para enfrentar crisis sanitarias, aunque también reveló las limitaciones y desafíos en la implementación de tales planes.

La planificación preventiva es una práctica estándar y necesaria en la gestión de crisis de salud pública. Los gobiernos y organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), desarrollan y actualizan regularmente planes de contingencia para diversas amenazas, incluyendo pandemias, desastres naturales y ataques bioterroristas.

Por tanto, la existencia de planes y estrategias para enfrentar pandemias no significa que los confinamientos de 2020 estuvieran planificados desde 2007. Los planes de preparación para pandemias se actualizan regularmente para reflejar las mejores prácticas y las lecciones aprendidas de brotes anteriores. La pandemia de COVID-19 fue una situación sin precedentes que requirió respuestas rápidas y adaptativas basadas en la evolución de la situación epidemiológica.

Las medidas implementadas en 2020 fueron respuestas a la situación específica de la pandemia de COVID-19 y no una ejecución de un plan preexistente de 2007. La planificación preventiva es una práctica estándar en la gestión de crisis de salud pública y no debe interpretarse como evidencia de una conspiración.

Conclusión

En conclusión, la afirmación realizada por el usuario de X/Twitter y las aseveraciones del artículo de Brownstone Institute no reflejan con precisión la naturaleza y el propósito de los documentos del NIAC de 2007. Estos documentos estaban destinados a mejorar la preparación y resiliencia ante pandemias, no a instaurar un régimen autoritario. Por tanto, calificamos la afirmación como engañosa.

Referencias:

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