Qué confirma y qué desmiente el nuevo informe de la OMS sobre el origen del SARS-CoV-2 (COVID-19)

La OMS publicó su informe más completo sobre el origen del SARS-CoV-2 y concluyó que, aunque sigue sin resolverse, la hipótesis con mayor respaldo científico continúa siendo la de un origen natural del virus que causó la pandemia de COVID-19.

LO QUE SE AFIRMA

En redes sociales y medios han circulado tres grandes ideas sobre el origen del SARS-CoV-2: que surgió de un laboratorio en Wuhan, que fue creado deliberadamente, o que saltó de animales a humanos. También se han viralizado afirmaciones sobre supuestas detecciones tempranas en Europa y Estados Unidos antes de diciembre de 2019.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

El nuevo informe de la OMS señala que la hipótesis más respaldada sigue siendo el salto natural desde animales, probablemente a través del comercio de fauna silvestre. No hay evidencia de manipulación deliberada, y la teoría de la fuga de laboratorio no puede confirmarse ni descartarse por falta de datos. Los estudios que apuntaban a circulación temprana fuera de China no han sido confirmados por laboratorios independientes.

Qué confirma y qué desmiente el nuevo informe de la OMS sobre el origen del SARS-CoV-2

El 27 de junio de 2025, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el esperado informe independiente del Grupo Consultivo Científico de la OMS sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos (SAGO, por sus siglas en inglés) sobre los orígenes del SARS-CoV-2. Este documento, presentado oficialmente el 27 de junio de 2025, es el resultado de años de análisis científicos, revisión de investigaciones internacionales y reuniones con expertos de múltiples disciplinas. Aunque el mundo ha dejado atrás la fase más crítica de la pandemia de COVID-19, la pregunta sobre cómo y dónde comenzó todo sigue sin respuesta definitiva.

El informe, titulado Independent assessment of the origins of SARS-CoV-2, llega tras cinco años de intensas investigaciones y actualiza los hallazgos del informe preliminar publicado en 2022. Su importancia es doble: busca esclarecer cómo surgió el virus que cambió el mundo y sentar bases para prevenir futuras pandemias.

Contexto y propósito del informe

El SARS-CoV-2 fue detectado por primera vez en diciembre de 2019 en Wuhan, China, y desató la mayor crisis sanitaria de la última década. Según datos de la OMS, la pandemia causó oficialmente más de siete millones de muertes, aunque las estimaciones de exceso de mortalidad elevan la cifra real por encima de los veinte millones de personas. Los impactos económicos y sociales fueron igualmente devastadores, con pérdidas globales estimadas entre 11 y 16 billones de dólares.

Frente a este escenario, la OMS decidió formar el Grupo Consultivo Científico de la OMS sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos en 2021 con un objetivo claro: evaluar todas las hipótesis científicas sobre cómo el virus saltó a los humanos. El informe publicado ahora recoge el trabajo de 27 expertos internacionales que han revisado estudios revisados por pares, preprints, presentaciones de científicos chinos e internacionales, así como informes gubernamentales y de inteligencia.

El documento reconoce que la investigación no ha concluido. A pesar de los avances, aún hay vacíos de información clave, especialmente porque los expertos no tuvieron acceso a todos los datos originales solicitados a los gobiernos implicados. La propia OMS subraya que la cooperación internacional es indispensable para resolver de manera definitiva el origen del virus.

Las principales hipótesis analizadas

El informe presenta un repaso detallado de las cuatro grandes hipótesis que se han discutido desde los primeros meses de la pandemia.

Primero, el salto natural del virus desde animales silvestres a humanos, ya sea directamente o a través de un huésped intermedio. Esta hipótesis sigue siendo la más respaldada por la evidencia científica disponible. Estudios genómicos han identificado coronavirus similares en murciélagos de China y Laos, aunque demasiado lejanos para ser considerados los ancestros directos del SARS-CoV-2. El mercado mayorista de Huanan, en Wuhan, jugó un papel en la amplificación de los primeros casos, pero no se puede confirmar que allí se produjera el primer contagio.

Segundo, un accidente de laboratorio, ya sea durante la investigación de campo o por un fallo en las medidas de bioseguridad. La OMS reconoce que no se puede descartar por completo esta posibilidad debido a la falta de acceso a datos sobre las investigaciones realizadas en laboratorios de Wuhan, incluidas las relacionadas con coronavirus de murciélagos. Sin embargo, hasta ahora no hay pruebas que la respalden.

Tercero, la transmisión a través de la cadena de frío, es decir, por productos importados que portaran el virus. El informe señala que no existe evidencia que confirme esta vía de introducción.

Cuarto, la manipulación deliberada del virus seguida de una fuga de laboratorio. Los análisis genómicos incluidos en el informe indican que las mutaciones del SARS-CoV-2 son consistentes con procesos naturales observados en otros coronavirus, por lo que no hay evidencia que sustente esta hipótesis.

El papel del mercado de Huanan

Uno de los elementos más detallados en el informe es el análisis del mercado mayorista de mariscos de Huanan, que desde el inicio de la pandemia estuvo en el centro de las investigaciones. Los datos presentados muestran que muchos de los primeros casos de diciembre de 2019 estaban vinculados al mercado o vivían en su entorno.

Investigaciones ambientales hallaron rastros genéticos del virus en superficies y desagües del mercado, así como ADN de especies animales susceptibles a la infección, como perros mapache y civetas. Aun así, los expertos aclaran que no se ha demostrado que estos animales fueran los responsables del salto inicial a humanos. Los estudios en animales recogidos tras el cierre del mercado en enero de 2020 resultaron negativos para el virus.

La falta de acceso a registros detallados sobre qué animales se vendían y de dónde procedían limita las conclusiones. SAGO insiste en la necesidad de investigaciones en las granjas proveedoras y en la cadena de comercio de fauna silvestre para completar el rompecabezas.

No obstante, debemos recordar en este punto que diversas investigaciones científicas publicadas entre 2021 y 2023 coincidieron en señalar al mercado de Huanan como el foco inicial del brote. Algunos análisis sugirieron que el virus habría pasado de animales a humanos en al menos dos ocasiones distintas, separadas por pocos días. Otros trabajos pusieron en entredicho la idea de una fuga de laboratorio y alertaron sobre la desinformación generada en torno a los experimentos de ganancia de función.

Lo que sabemos de los primeros contagios

El informe confirma que los primeros casos sintomáticos conocidos aparecieron a inicios de diciembre de 2019. Se revisaron 174 casos iniciales en Wuhan, de los cuales cerca de un tercio estaban vinculados al mercado de Huanan, mientras que otros no tenían conexión con él. Esto sugiere que ya existía transmisión comunitaria antes del cierre del mercado.

La OMS también examinó estudios retrospectivos que analizaban muestras de sangre y aguas residuales de finales de 2019 en distintos países, incluyendo Italia, Francia y Estados Unidos. Algunos resultados sugerían presencia del virus antes de su detección oficial, pero la mayoría no pudo ser confirmada de manera independiente. La cronología sigue apuntando a Wuhan como epicentro inicial.

La ruta animal y las incógnitas pendientes

La búsqueda de un huésped intermedio sigue siendo una tarea pendiente. Desde 2020, China y otros países del sudeste asiático han recolectado decenas de miles de muestras de animales silvestres y domésticos, sin encontrar evidencia directa de SARS-CoV-2. El informe resalta que la vigilancia ha sido irregular y que el muestreo en granjas de animales susceptibles, como perros mapache o civetas, fue limitado y en muchos casos posterior al inicio de la pandemia.

Los antecedentes de otros coronavirus, como el SARS-CoV-1 en 2003, demuestran que este tipo de investigaciones puede llevar años. En aquel caso, se identificaron civetas y perros mapache como intermediarios tras extensas inspecciones en mercados y granjas.

Lo que dice la OMS sobre el futuro

El documento de SAGO no cierra la investigación. Reitera que entender el origen de la pandemia es una obligación científica y ética para prevenir nuevas crisis sanitarias. Entre sus recomendaciones, destaca la necesidad de compartir datos completos sobre las primeras infecciones humanas, ampliar la vigilancia de la fauna silvestre y de animales de granja, y reforzar la transparencia de las investigaciones en laboratorio.

La OMS también subraya que la falta de acceso a información clave dificulta alcanzar conclusiones definitivas. El origen del SARS-CoV-2, por ahora, sigue siendo inconcluso, aunque la hipótesis zoonótica se mantiene como la más sólida según la evidencia disponible.

Por qué este informe importa

Cinco años después del inicio de la pandemia, el mundo sigue buscando respuestas. Conocer cómo un virus logró desatar la crisis sanitaria más grave de nuestra era no es solo una cuestión histórica: permite preparar sistemas de alerta temprana, diseñar mejores estrategias de prevención y reducir el riesgo de que algo similar vuelva a ocurrir.

El informe de SAGO es una fotografía científica del estado actual del conocimiento. No ofrece certezas absolutas, pero sí una hoja de ruta para continuar la investigación. La historia del origen del SARS-CoV-2 aún no está escrita del todo, y dependerá de la colaboración internacional poder completarla.

Recordar, por último, que en el mes de mayo de 2025 se publicó un estudio que trazó el viaje del virus de la COVID-19 desde murciélagos del sudeste asiático hasta Wuhan, y reveló que fueron los humanos —y no los murciélagos— quienes facilitaron su llegada a través del comercio de animales salvajes, sin que existiera indicios de una fuga de laboratorio. Los científicos responsables del trabajo siguieron el rastro de los fragmentos genéticos de los coronavirus SARS-CoV-1 y SARS-CoV-2, analizando cómo habían cambiado con el paso del tiempo y en distintas regiones. Para lograrlo, aislaron cuidadosamente las partes del genoma que permanecieron intactas, sin recombinaciones, lo que permitió reconstruir con mayor precisión la historia evolutiva de estos virus antes de que dieran el salto a los humanos. El hallazgo fue llamativo. En ambos casos, los virus ancestrales circulaban en murciélagos que vivían en zonas montañosas y remotas del suroeste de China y del norte de Laos, a más de 1.500 kilómetros de los lugares donde finalmente aparecieron los brotes. En el caso del SARS-CoV-1, el salto a los humanos ocurrió en Cantón apenas uno o dos años después de su última recombinación. Para el SARS-CoV-2, en cambio, la llegada a los humanos en Wuhan se produjo entre cinco y siete años después de su circulación inicial en los murciélagos.

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