¿Aumentan los árboles la contaminación del aire en las ciudades?

Un estudio reciente sugiere que los terpenoides emitidos por los árboles contribuyen a la contaminación del aire en las ciudades, pero ¿es esta la imagen completa?

LO QUE SE AFIRMA

Los árboles aumentan la contaminación del aire en las ciudades.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Falta contexto. La actividad humana y las condiciones climáticas específicas amplifican los efectos de los compuestos emitidos por los árboles, siendo estas la principal causa de la contaminación del aire.

Recientemente, un tuit viral afirmó que «los árboles aumentan la contaminación del aire en las ciudades», basado en un artículo publicado en La Razón que cita un estudio de Science. Este tuit ha suscitado mucha atención, alcanzando más de 7 mil visualizaciones y siendo compartido más de 260 veces. Pero, ¿es cierta esta afirmación?

Tuit viral publicado en X/Twitter el pasado 9 de julio, a razón del artículo publicado en La Razón. Captura realizada el 11 de julio de 2024. Fuente: X/Twitter

El estudio publicado en Science

El estudio citado, publicado en la revista Science, se titula «Urban tree emissions dominate air pollution chemistry in cities under climate change». Los autores investigaron cómo los compuestos orgánicos volátiles (COV) emitidos por los árboles contribuyen a la formación de ozono a nivel del suelo y partículas finas, ambos componentes principales del smog.

Los investigadores realizaron mediciones en Los Ángeles utilizando un espectrómetro de masas en un avión y mediciones 3D de la velocidad del viento. Descubrieron que los terpenoides, compuestos emitidos por los árboles, eran la principal fuente de COV en áreas con alta densidad de vegetación. La emisión de estos compuestos aumenta con las temperaturas elevadas, exacerbando la formación de ozono en días calurosos.

El artículo de La Razón presenta el estudio con el título «Los árboles aumentan la contaminación del aire en las ciudades, concluye un estudio». La narrativa sugiere que los árboles, a través de la emisión de terpenoides, contribuyen significativamente a la contaminación urbana. Este enfoque ha sido criticado por simplificar y malinterpretar los hallazgos del estudio.

Álvaro Bayón, Doctor en Biología por la Universidad de Sevilla y divulgador científico, nos ha comentado que los terpenoides contribuyen al ciclo del agua y facilitan la lluvia. La emisión de terpenoides aumenta con la temperatura, y en presencia de otros contaminantes (NOX, SOX), pueden formar ozono. Sin embargo, subraya que la contaminación es el resultado de la actividad humana, no de los árboles en sí.

Eva Pfannerstill, líder del estudio publicado en Science, ha enfatizado la importancia de controlar las emisiones humanas ya que las plantas no pueden ser controladas. El calentamiento global cambia la cantidad y composición de las emisiones, complicando la mitigación de la contaminación del aire urbano.

En este sentido, Pfannerstill ha comentado que «dado que es difícil controlar las emisiones de las plantas, es aún más importante controlar la parte provocada por el ser humano. La mitigación exitosa de la contaminación del aire urbano debe tener en cuenta que el calentamiento climático cambiará fuertemente la cantidad y la composición de las emisiones».

Factores contribuyentes

El estudio señala que los terpenoides emitidos por las plantas reaccionan con contaminantes preexistentes para formar ozono y partículas finas. Sin embargo, esto ocurre en un contexto específico de altas temperaturas y estabilidad atmosférica que impide la dispersión de estos compuestos, conocido como el efecto «boina».

Las mediciones fueron realizadas durante varios días en junio de 2021 en Los Ángeles, combinando espectrometría de masas y mediciones 3D del viento. En este sentido, los terpenoides representan una parte significativa de los COV en áreas con mucha vegetación, especialmente en días calurosos. Sin embargo, estos resultados no sugieren que los árboles sean intrínsecamente dañinos, sino que las condiciones ambientales y la contaminación humana preexistente amplifican sus efectos.

Contextualización y notas adicionales

Science, la revista que publicó el estudio, añadió una nota editorial importante destacada por Álvaro Bayón. En ella se subraya la relevancia de los compuestos orgánicos volátiles (COV) en la química atmosférica y su papel crucial en la gestión de la contaminación del aire. A nivel global, la vegetación es la mayor fuente de COV atmosféricos. Sin embargo, su contribución puede variar significativamente a nivel regional debido a las diferencias entre las emisiones antropogénicas (generadas por actividades humanas), pirogénicas (derivadas de incendios) y biogénicas (emitidas por plantas). La distribución regional de los COV es un desafío debido a esta variabilidad. Los aportes de COV biogénicos pueden ser predominantes en algunas áreas, mientras que en otras, las fuentes antropogénicas o pirogénicas pueden ser más significativas. Esto crea un panorama complejo para entender y gestionar la calidad del aire.

Con el aumento de la temperatura, las plantas emiten más terpenoides debido a una mayor evapotranspiración. La presencia de contaminantes urbanos previos, como NOX y SOX, hace que los terpenoides reaccionen, formando ozono. La estabilidad atmosférica urbana evita la dispersión de estos compuestos, aumentando su concentración y efectos nocivos.

La afirmación de que «los árboles aumentan la contaminación del aire en las ciudades» es simplista y engañosa. Aunque los árboles emiten terpenoides que pueden contribuir a la formación de ozono bajo ciertas condiciones, no son los responsables principales de la contaminación urbana. La actividad humana, las emisiones de vehículos y otras fuentes de contaminantes son los verdaderos culpables.

El estudio en cuestión proporciona una visión importante sobre cómo los cambios climáticos y las emisiones humanas afectan la química del aire en las ciudades, pero no debe ser malinterpretado para sugerir que los árboles son inherentemente perjudiciales.

Álvaro Bayón concluye que es la dinámica atmosférica alterada y la contaminación previa lo que amplifica los efectos de los terpenoides, y no las plantas en sí. En resumen, los árboles no son los que aumentan la contaminación; es la actividad humana la que crea las condiciones para que estos compuestos reaccionen de manera perjudicial.

Por tanto, y basado en el análisis detallado, la afirmación debe ser etiquetada como «Falta contexto». La contribución de los terpenoides a la contaminación del aire es un fenómeno complejo que depende de la interacción con contaminantes antropogénicos y condiciones climáticas específicas.

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