No, el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos no dictaminó que las vacunas de ARNm contra la COVID-19 no son vacunas

Recientemente, en un programa de entrevistas divulgado en redes sociales (como Facebook), se afirmó que el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos dictaminó que las vacunas de ARNm contra la COVID-19 no eran verdaderas vacunas, y que no prevenían el contagio. Pero no es cierto. El panel no respaldó ni evaluó las acusaciones de los demandantes sobre la efectividad de las inyecciones.

LO QUE SE AFIRMA

El Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos dictaminó que las inyecciones de ARNm de COVID-19 no son vacunas.

LO QUE SABEMOS HASTA AHORA

Engañoso. El tribunal no emitió un juicio definitivo sobre la naturaleza de las vacunas de ARNm; solo permitió que una demanda avanzara sin decidir sobre el mérito de las características de las vacunas de ARNm. Y mucho menos sobre su definición.

Recientemente, en un programa emitido y divulgado través de redes sociales titulado «Informe Robin con Carlos Sánchez», el contertulio afirmó que un alto tribunal estadounidense había dictaminado que las inyecciones de ARNm de COVID-19 no deben considerarse vacunas. Concretamente, a partir del minuto 12 de dicha conversación, podemos escuchar lo siguiente: «En la Corte de Apelaciones el Juez de esta Corte de Apelaciones estima que la vacuna no es una vacuna». Tal afirmación, además, ha sido compartida en publicaciones similares por otros usuarios conocidos por difundir desinformación contra las vacunas, como podemos ver aquí o aquí. Y también ha circulado en francés e inglés. Sin embargo, esta afirmación es completamente falsa.

Como veremos, el panel determinó que no se debió rechazar una demanda relacionada con las políticas de vacunación de un distrito escolar. Sin embargo, los especialistas en derecho indican que el comité no apoyó ni consideró en detalle las afirmaciones de los demandantes respecto a la eficacia de las vacunas (o al hecho de que las vacunas de ARNm contra la COVID-19 sean consideradas como verdaderas vacunas).

En este sentido, la desinformación ha vuelto a encontrar un terreno fértil en las redes sociales, donde una afirmación engañosa sobre las vacunas de ARNm se ha compartido ampliamente. Según diferentes publicaciones que se han hecho virales en redes sociales, «el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos dictamina que las inyecciones de ARNm de COVID no son vacunas». Pero no es cierto. El 7 de junio de 2024, el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Circuito, que tiene jurisdicción sobre el oeste de Estados Unidos, emitió un fallo sobre las vacunas desarrolladas contra la COVID-19. No obstante, la decisión fue distinta a lo que han mencionado algunos usuarios.

El contexto judicial: análisis de la afirmación

El tribunal de apelaciones estaba evaluando si debía confirmar una decisión previa del Tribunal de Distrito de California. Esta decisión había rechazado una queja de los empleados del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, que atiende a unos 560.000 estudiantes de todas las edades en la región.

Los trabajadores se oponían a la orden de vacunación obligatoria contra la COVID-19, alegando que violaba sus derechos constitucionales. Al principio, el tribunal de distrito declaró que la queja no tenía validez porque la orden de vacunación ya no estaba en vigor. Sin embargo, cuando el distrito escolar reinstauró la orden de vacunación, el tribunal de distrito desestimó la queja nuevamente.

El tribunal de distrito se apoyó en el precedente de la sentencia Jacobson de 1905 del Tribunal Supremo, que estableció que la vacunación obligatoria contra la viruela era legal al ayudar a prevenir su propagación.

Así, el tribunal de distrito refutó la afirmación de los demandantes, quienes sostenían que la vacuna contra la COVID-19 no prevenía la transmisión de enfermedades como la viruela, sino que solo aliviaba los síntomas de la persona infectada.

Según los demandantes, dado que la vacuna no evita la transmisión de la enfermedad sino que actúa como un tratamiento, la sentencia Jacobson sobre la legalidad de la vacunación obligatoria contra la viruela no sería aplicable en este caso.

En este sentido, el tribunal de apelaciones únicamente escribió lo siguiente:

«Los demandantes alegan que la vacuna no previene eficazmente la propagación, sino que sólo mitiga los síntomas del receptor y, por lo tanto, es similar a un tratamiento médico, no a una vacuna ‘tradicional'».

El 7 de junio de 2024, el Tribunal de Apelaciones para el Noveno Circuito de los Estados Unidos emitió un veredicto relacionado con una demanda de empleados del Departamento Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) que se oponían a una orden de vacunación contra la COVID-19. Es crucial entender que el tribunal no emitió un juicio definitivo sobre la naturaleza de las vacunas de ARNm.

El tribunal de apelación anuló la decisión

El tribunal de apelaciones anuló la decisión previa del tribunal de distrito. Primero, determinó que no se podía considerar “inválida” una sentencia sobre la legalidad de la orden de vacunación, ya que existe la posibilidad de que se emita nuevamente una orden similar. Segundo, resolvió que aún se debe resolver la cuestión crucial de si se trata de una vacuna o un tratamiento. De hecho, la afirmación de los demandantes de que las inyecciones de ARNm no son vacunas en el sentido de la definición médica tradicional no fue examinada en cuanto al fondo por el tribunal de apelación. Es decir, el tribunal de apelaciones no evaluó a fondo la afirmación de los demandantes de que las inyecciones de ARNm no cumplen con la definición médica tradicional de una vacuna. No obstante, basándose en la jurisprudencia que indica que no se deben imponer barreras excesivas para la revisión, el tribunal aceptó provisionalmente como verdaderas las alegaciones de los demandantes de que la vacuna no impide la propagación de la COVID-19. Sin embargo, inmediatamente después, el tribunal de apelación subrayó: “Queremos señalar que nuestra decisión es una decisión preliminar. No queremos prejuzgar si las acusaciones de los demandantes resultarán ciertas”.

De hecho, el tribunal de apelaciones también enfatizó que su decisión es preliminar y no anticipa el resultado final de las acusaciones de los demandantes. A menos que la Junta Escolar de Los Ángeles pida que un panel más amplio del tribunal de apelaciones revise el fallo, el tribunal de distrito deberá reconsiderar el caso, incluyendo el análisis de las pruebas que sustentan las afirmaciones de los demandantes.

Captura de pantalla de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU
Captura de pantalla de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos. Realizada el 15 de junio de 2024

En realidad, los jueces no evaluaron las pruebas sobre las vacunas

En realidad, el tribunal de apelaciones no ha emitido ningún juicio basado en pruebas sobre las vacunas. Según Lindsay Wiley, profesora de derecho de la Universidad de Los Ángeles (UCLA) y especializada en derecho sanitario en una consulta realizada por DPA, en esta etapa de la disputa legal, los tribunales asumen que los demandantes pueden probar los hechos que afirman.

Wiley añadió que el Tribunal de Apelaciones simplemente permitió que la demanda avanzara para una revisión más profunda. Es habitual que los tribunales de apelación en Estados Unidos asuman que las acusaciones de los demandantes son precisas cuando evalúan una moción de desestimación porque aún no se han investigado los hechos; sin entrar, por tanto, a valorar el fondo del asunto y mucho menos sin resolver la cuestión, al contrario de lo que otros usuarios han afirmado en redes sociales.

Además, según los expertos legales consultados por AFP, el tribunal del Noveno Circuito no evaluó las afirmaciones científicas de los demandantes. En este sentido, la profesora de derecho sanitario en la Universidad de Boston, Nicole Huberfeld, afirmó que nos encontramos ante un procedimiento estándar, todo ello a pesar de que las afirmaciones de los demandantes sobre las vacunas COVID-19 están plagadas de «falacias lógicas y científicas».

Por tanto, «la opinión del juez Nelson permite que el litigio avance pero no falla a favor de las extrañas afirmaciones de los demandantes». Y fue aún más clara: «Esto se debe a que los jueces generalmente deben aceptar los alegatos como ‘verdaderos’, incluso si se basan en teorías de conspiración». De ahí que el juez Ryan Nelson indicara que aceptaban como ciertas las acusaciones de los demandantes, una opinión que caracteriza ese aspecto del fallo como preliminar, lo cual debe discutirse en un tribunal inferior.

Como ha señalado a AFP Dorit Reiss, profesora de derecho en la Universidad de California-San Francisco, «no es una sentencia que diga que las vacunas contra la COVID-19 no son vacunas.»

¿Qué no decidió el tribunal?

Por otro lado, en el programa «Informe Robin con Carlos Sánchez», también se afirmaba lo siguiente: «Queda como hecho probado que la vacuna no prevenía el contagio». Sin embargo, es importante subrayar que el tribunal no determinó si las vacunas de ARNm impiden la transmisión de la COVID-19 o si son efectivamente vacunas (como ya hemos visto).

De hecho, el tribunal declaró explícitamente que su decisión era preliminar y que no anticipaba la veracidad de las afirmaciones de los demandantes. La afirmación de que las vacunas contra la COVID-19 no son vacunas es en realidad un argumento de los demandantes, no una determinación oficial del panel, lo cual aún debe ser examinado en juicio.

La definición de vacuna

La realidad es que, más de tres años después, todavía se afirma que las vacunas contra la COVID-19 no son «verdaderas vacunas», especialmente en el caso de las vacunas de ARN mensajero. Todo ello a pesar de que, en realidad, semejante afirmación ha sido verificada con anterioridad en muchísimas ocasiones.

Una vacuna, según la definición médica convencional, es un producto que estimula el sistema inmunológico de una persona para producir inmunidad frente a una enfermedad específica, protegiendo a la persona de esa enfermedad. Las vacunas de ARNm cumplen con esta definición porque enseñan a las células del cuerpo a producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria, ofreciendo protección contra la COVID-19.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, por ejemplo, definen una vacuna como «una preparación que se utiliza para estimular la respuesta inmune del cuerpo contra las enfermedades». Por tanto, las vacunas de ARNm desarrolladas contra la COVID-19 vuelven a cumplir con esta definición.

De forma similar, el «Diccionario de términos médicos» de la Real Academia Nacional de Medicina de España define a una vacuna como «Preparado de antígenos o de otros productos biológicos (p. ej., ácidos nucleicos) que se administra a una persona o a un animal con el fin de inducir en su organismo una respuesta inmunitaria que lo proteja contra una enfermedad infecciosa, sin generar la enfermedad.» Nuevamente, las vacunas de ARNm contra la COVID-19 cumplen con esta definición.

Las vacunas contra la COVID-19 sí previenen el contagio

En relación a la afirmación de que las vacunas desarrolladas contra la COVID-19 no previenen el contagio, nos encontramos, nuevamente, ante una afirmación falsa. En febrero de 2024, un informe de los CDC informó que las personas que recibieron las últimas vacunas COVID-19 tenían un 54% menos de probabilidades de contraer la enfermedad durante un período de cuatro meses.

A su vez, la propia Agencia Europea de Medicamentos (EMA) indica que múltiples estudios han demostrado que Comirnay, la vacuna de ARNm contra la COVID-19 desarrollada por Pfizer/BioNTech, es «efectiva para prevenir la COVID-19». Los hallazgos de este otro estudio con más de 3,9 millones de niños mostraron que la vacunación se asoció con reducciones significativas en la incidencia de COVID-19 y hospitalizaciones, y también contra infección.

Este estudio también mostró que las vacunas COVID-19 no solo protegen al vacunado contra la infección por SARS-CoV-2, sino que también ofrecen protección contra la transmisión a contactos cercanos después de completar la pauta. Este estudio de la Agencia de Salud Pública del Reino Unido señala que en los hogares británicos se redujo ostensiblemente la transmisión cuando sus miembros estaban vacunados. Otro estudio realizado en Suecia encontró que los miembros de la familia sin inmunidad tenían entre un 45% y un 97% menos de riesgo de contraer COVID-19 a medida que aumentaba el número de miembros de la familia inmunes. Otro estudio publicado en enero de 2023 encontró que cada dosis adicional de vacuna reduce un 11% el riesgo de contagiar a otras personas.

En conclusión, la afirmación de que el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos dictaminó que las inyecciones de ARNm de COVID-19 no son vacunas es falsa. Lo que realmente ocurrió fue una decisión preliminar del tribunal que permitió que una demanda avanzara, sin emitir un juicio sobre la naturaleza de las vacunas de ARNm.

Mencionar, por último, que afirmaciones similares han sido ya verificadas con anterioridad por DPA y AFP, entre otros.

Actualización

Se ha actualizado la verificación con la información más reciente, añadiendo mayor información contextual y declaraciones de otros expertos, como por ejemplo es el caso de Dorit Reiss, profesora de derecho en la Universidad de California-San Francisco.

Referencias:

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